Con el avance del proceso de vacunación el riesgo de contagio ha perdido su protagonismo al momento de evaluar e implementar el retorno a las oficinas. Hoy las empresas se enfrentan con una dificultad mayor: el que los colaboradores vuelvan a un modelo híbrido o presencial al 100%.

Con el trabajo remoto en muchas empresas la productividad no disminuyó y, en algunos casos, indican que se incrementó, por lo que para algunos colaboradores es injustificado el requerimiento de retorno a un trabajo presencial.

¿Esta productividad hubiera sido igual de buena en la pandemia si no veníamos de un modelo de trabajo presencial con equipos identificados con una cultura corporativa bien definida? La presencialidad fortalece el trabajo en equipo, la colaboración e innovación, la identificación con la empresa y su cultura, lo que puede ser difícil de mantener y hasta llegar a perderse en un escenario totalmente remoto.

Lo que no se puede negar es que el trabajo remoto ha sacado a relucir diferentes realidades del mercado, que nos han hecho notar que las empresas también tienen una media naranja en lo que a oficinas se refiere. Dependiendo del rubro, existen empresas que hoy tienen claro que no necesitan un espacio de oficinas fijo para el total o parte de sus colaboradores, en otros casos, solo necesitan un espacio de encuentro para realizar reuniones y aquellas que han confirmado lo vital que es realizar un trabajo 100% presencial en oficina.

Dependiendo del modelo de retomo a aplicar (híbrido o 100% presencial), las empresas han reevaluado el tamaño necesario, disminuyéndolo en muchos de los casos, y en otros, dividiéndola, generando oficinas satélite. 

Es necesario recalcar que la manera de trabajar ha cambiado definitivamente, lo que lleva a reevaluar tanto el espacio requerido como el diseño de las oficinas. La implementación de modelos híbridos, el requerimiento de tecnología en comunicaciones y la búsqueda de generar interacción humana (motivo principal del retorno), hace que los espacios se rediseñen por usos e interacciones, y ya no por áreas ni posiciones. Al mismo tiempo, dependiendo del modelo de retorno a aplicar (híbrido o 100% presencial), las empresas han reevaluado el tamaño necesario, disminuyéndolo en muchos de los casos, y en otros, dividiéndola, generando oficinas satélite. El retorno a las oficinas aún no termina y para algunos recién comienza. En este proceso, existen factores externos por considerar, como La ley del Teletrabajo, la proyección de desempleo, la tendencia a larecuperación de la tasa de vacancia en el mercado de oficinas y la visión de quienes llevan a cabo el desarrollo de nuevos proyectos. •

Aissa Lavalle Country Manager de Cushman & Wakefield Perú